Este blog pertence a Verónica Cernadas Arcas, profesora de filosofía a ratos. Está pensado como elemento de comunicación entre alumnos/as e profesora e como apoio ás clases presenciais de Historia da Filosofía.
Desde el punto de vista de la lectura que hacemos, el Durmiente puede ser presa de sus monstruos al caer dormido; lo que es lo mismo, la razón puede ser atrapada por los monstruos cuando pierde claridad o rumbo, cuando deja de ser razón. Por otro lado, puede ser que estos monstruos -bajo la forma de las plumas traídas o tomadas por la lechuza- vengan, al contrario, en ayuda del Durmiente como fuentes de su creatividad. En este caso, a diferencia del anterior, la razón recibe apoyo de los “monstruos” y de la “oscuridad”. De ese hecho obtiene su “poder” y su “fuerza”. Una u otra interpretación resultan válidas como veremos: la de unos monstruos se oponen a la razón, y la otra, según la cual razón y monstruos colaboran entre sí, aunque la razón lo niegue y considere que su reino solamente se impone bajo el auspicio del astro rey.
Enseñanzas terribles (sobre la razón y el holocausto nazi) de Rosa Montero:
Para comprender correctamente el empirismo de Hume, conviene contextualizarlo dentro de una corriente que en realidad arranca mucho antes que él. Ideas empiristas aparecen ya en Hobbes, por lo que nos podemos hacer una idea de cómo estas ideas están arraigadas en el pensamiento anglosajón. La figura más representativa e influyente, que incluso el propio Hume cita a menudo, es John Locke. En el Ensayo sobre el entendimiento humano Locke utiliza el concepto de idea cartesiano: no podemos acceder a la realidad al margen de nuestra forma de conocer por lo que hemos de conformarnos con tener ideas sobre la misma. Además, Locke será, como buen empirista, un crítico de las ideas innatas: no hay ningún tipo de conocimiento al margen de la experiencia empírica. Todas nuestras ideas pueden provenir de la sensación (experiencia del mundo) o de la reflexión (experiencia interna), pero ninguna de ellas tiene una existencia previa o pertenece a la razón como facultad de pensamiento. A partir de estas distinciones, Locke clasifica las ideas en ideas simples y complejas.
Crítica a la idea de sustancia (yo, mundo, Dios): la metafísica es, desde esta perspectiva, una ciencia sin contenido empírico y contrastable. Si otro empirista como Ockham ya criticó en su día las vacías abstracciones a las que tendía el pensamiento filosófico en general, y el metafísico en particular, Hume adoptará también esta crítica, y negará la posibilidad de conocer algo así como sustancias o esencias. De hecho, si todo lo que sabemos del mundo está mediatizado a través de las impresiones, ni siquiera podemos tener una certeza absoluta de la existencia del mismo, por lo que deberemos olvidarnos de la obsesión cartesiana por el conocimiento indudable, y dejarnos llevar por la creencia, la costumbre y el hábito, que serán analizados un poco más adelante. Hume negará la existencia de las tres sustancias que tradicionalmente habían sido objeto de estudio de la metafísica, y que también afirmara Descartes dentro de su sistema filosófico: no existe el yo (pues no tenemos una impresión del mismo), y por la misma razón también están vacíos de contenido conceptos como el de Dios, sustancia o esencia. La metafísica sería así, una abstracción más, una ilusión vacía de contenido. Para Hume, la sustancia sería un haz o manojo de impresiones unidas por la imaginación, que proyectaría una unidad indemostrable en la realidad. La sustancia es una ficción de la imaginación por la que presuponemos un sustrato oculto más allá de las cualidades que percibimos y que sostiene la multiplicidad de impresiones que nos llegan de los objetos. Igualmente, el cogito cartesiano sería, a juicio de Hume, una mera invención: no existe certeza de la conciencia, pues tampoco tenemos una impresión de la misma. La crítica a la metafísica, que ya iniciara Ockham y que es común a todo el pensamiento empirista, alcanza en el pensamiento de Hume sus grados más altos.
CONSECUENCIAS PARA LA CIENCIA
Para terminar con la teoría del conocimiento, cabe plantear una última pregunta: ¿Qué ocurre con la ciencia? ¿Qué clase de conocimiento es el científico? ¿Es la ciencia verdadera? Este tipo de preocupaciones traspasan las inquietudes de la filosofía de Hume, que no aborda directamente estas cuestiones. Sin embargo, su crítica al razonamiento inductivo y a la idea de causalidad sí que han ejercido una influencia nada despreciable en la filosofía de la ciencia del siglo XX (piénsese, por ejemplo, en K. Popper). Por ello, cabría decir que desde las tesis de Hume, las diferentes ciencias quedarían explicadas de este modo:
Las ciencias formales (matemáticas y lógica), se ocupan de relaciones de ideas, y posibilitan por ello construir razonamientos deductivos absolutamente ciertos, con independencia de la experiencia. Sin embargo, Hume entiende que estos razonamientos no dicen nada sobre el mundo, sino que expresan la estructura de nuestro pensamiento. No se trata de que la realidad esté construida según esquemas lógicos o matemáticos, sino que es nuestro pensamiento el que funciona según estas leyes. Las matemáticas y la lógica expresan leyes psicológicas: sencillamente pensamos de esa manera (siguiendo, por ejemplo, el principio de no contradicción) de la misma forma que podríamos pensar de otros modos. No hay una necesidad intrínseca en estas ciencias, sino una necesidad psicológica.
Las ciencias naturales (particularmente la física) tienen como objeto las cuestiones de hecho. En la medida en que estudian la naturaleza, su objeto está sujeto a la contingencia: funciona de un modo, pero podría hacerlo de otros muchos y, lo que es más grave, podría dejar de comportarse tal y como predice la ciencia. Las leyes físicas dejarían de ser necesarias para convertirse en un conocimiento probable. La física sería, de este modo, una ciencia del pasado, de la historia de la naturaleza: puede afirmar cuáles han venido siendo las leyes naturales hasta ahora, pero no es capaz de predecir con una certeza total cuáles serán las leyes del mañana. La predicción queda desterrada de la ciencia, que se reduce a ser un conocimiento probable, quizás el mejor conocimiento de que disponemos en el presente, pero incapaz de asegurar que la naturaleza no modifique en el futuro las leyes fundamentales por las que se rige.
En cuanto a la metafísica, basta con lo dicho anteriormente. Sencillamente esta disciplina carece de sentido. Sus conceptos no se refieren a impresiones, y el contenido de los mismos está más que cuestionado. La metafísica debe quedar fuera del conocimiento científico.
En cualquier caso, hay que advertir que Hume fue matizando su postura hasta defender un moderado escepticismo.
Locke es uno de los filósofos más importantes de la modernidad. En mi humilde opinión es, después de Marx y Hegel, el más influyente hasta nuestros días. Y para influir tanto no necesitó más que alrededor de 100 páginas tituladas "Segundo ensayo sobre el gobierno civil". En este texto critica indirectamente a Hobbes pero sigue sus líneas de investigación. Habla del famoso estado de naturaleza y de la constitución de la sociedad civil a partir de un contrato entre todos los participantes. Lo importante con respecto a nuestro meme es que Locke le confiere al ser humano ciertos derechos naturales e inalienables que los tiene ya desde su nacimiento. Estos son el derecho a la vida, a la libertad y a la propiedad privada. Nadie puede enajenarle estos derechos al individuo. En especial el último, del que más se ocupa de desarrollar John Locke, no por nada es el padre del liberalismo. Pero más allá de esto lo que el inglés argumenta es que un estado eficiente es el que protege estos derechos del individuo frente a lxs otrxs. De aquí la innovación que introduce frente a Hobbes, que consideraba que el estado por ejemplo puede disponer de la propiedad privada del súbdito. Cierto es que los derechos se tienen ya desde el estado de naturaleza. El asunto es que ahí no están protegidos, y es el estado el que va a surgir para garantizarlos. Así, si no los garantiza o, él mismo para sobre ellos, el estado ya no tiene razón de ser y puede ser destruido. Más concretamente, el soberano (monarca) puede ser destituido y se permite el derechos a la rebelión, otra gran diferencia con Hobbes, que no aceptaba por ningún motivo la resistencia al soberano. Así Locke es el primero observar y diseñar el moderno estado liberal e instituye ciertos derechos que el individuo tiene solo por serlo, antecedente importante de los derechos humanos de la Revolución Francesa.
Margaret Cavendish (XVII) duquesa de Newcastle, tuvo la
oportunidad de conocer el pensamiento de Descartes y Hobbes. Aunque la mayoría
de las ideas de Margaret Cavendish fueron ignoradas mientras
vivió, publicó veintitrés libros, entre los que había obras
teatrales, poemas y cuentos, una novela utópica titulada El
mundo resplandeciente, una biografía de su marido, una obra
autobiográfica, cartas y obras sobre filosofía natural. A medida que desarrollaba su filosofía natural,
Cavendish no sólo se opuso al dualismo de Descartes, a su
creencia de que la mente y el cuerpo son dos sustancias
diferentes, sino que también rechazó la teoría atomística
mecanicista de Hobbes y promovió una visión organicista
monista (todos somos materia, pero no tenemos nada de
máquinas), aunque distinguía entre materia «animada» e
«inanimada».
Esas dos clases de materia la ayudaron a explicar que las
rocas y las personas están hechas de lo mismo, que la mente
no es una sustancia distinta, sino parte del mundo. Esas dos
formas de materia, la animada y la inanimada, no se
encuentran aisladas una de la otra, sino que están totalmente
entremezcladas: «Entre la materia animada y la inanimada
existe semejante fusión que no puede concebirse ni imaginarse
ninguna partícula en la naturaleza que no esté compuesta de
ambas». 7 Su panorganicismo se mezclaba con una forma de
pampsiquismo poco corriente: la mente forma parte no sólo de
los seres humanos, sino de todo lo que existe en el universo.
La pregunta «¿De qué están hechos los seres humanos?»
sigue vigente. Para Cavendish, en el universo sólo hay
materia, pero esa materia no está constituida de átomos
aislados ni es mecánica. Su movimiento no está
predeterminado; no es una máquina. «La naturaleza es un
cuerpo infinito que se mueve a sí mismo y, en consecuencia,
vive para sí mismo y tiene conocimiento de sí mismo.» 9 Para
Cavendish, los seres humanos, las demás especies, las flores y
las plantas forman una unidad dinámica fundamental y
enormemente fluida.
No concibo al hombre como monopolizador de toda la razón ni a los
animales como monopolizadores de todos los sentidos, sino que sentidos y
razón se hallan en otras criaturas como se hallan en el hombre y los animales;
por ejemplo, las drogas, tanto las vegetales como las minerales, aunque no
pueden cortar, moler ni infusionar como lo hace el hombre, sí pueden actuar
sobre éste de una manera más sabia y sutil, y, mediante purga, vómito, esputo y
demás, tan eficaz como el hombre que las corta, las muele y las infusiona; y las
plantas nutren sabiamente a los hombres como los hombres a las plantas. 10
La filosofía de Cavendish contrasta marcadamente con la
división que hace Descartes entre el ser humano y el animal.
Para éste, la mente salva al hombre de ser todo-máquina como
los «brutos».
https://www.planetadelibros.com/libro-los-espejismos-de-la-certeza/328489 Mary Astell (s. XVII-XVIII)estudou a Descartes e a Locke. Pensa, coma este último, que non pode haber coñecemento sen experiencia e esta amósanos que homes e mulleres están igualmente dotados de razón. Eso si, a razón hai que entrenala, senón atrofiase. Avoga por educación e formación tamén para as mulleres. A pesar disto, Astell non cre que as mulleres deban estar en primeira liña política.
Ous dos libros máis coñecidos de Astell son, A Serious Proposal to the Ladies, for the Advancement of Their True and Greatest Interest (1694) y A Serious Proposal, Part II (1697), neles presenta o plan para establecer un novo tipo de institución para mulleres brindando educación relixiosa e secular. Astell propón aumentar as opcións de carreira que se lle ofrecen ás mulleres máis allá de ser nais ou converterse en monxas.
Anne Finch Conway (XVII)
(XVII) dice que cada cuerpo tiene vida. Cuerpo y alma están hechas de la misma sustancia y solo presentan formas diferentes. Describe el cuerpo como un espíritu compacto; el espíritu, como un cuerpo volátil. En todo lo que está vivo habita una sustancia primigenia que Conway denomina "mónada". La palabra mónada deriva del griego monas y significa unidad. La mónada es para Conway la sustancia que actúa en la naturaleza. Es inalterable e indivisible y aun así, refleja siempre la totalidad del universo. La mónada primera es para Conway Dios. Él lo ha creado todo, es incorpóreo y está fuera del tiempo. Dios no se puede comprender.
Sin embargo, el concepto de mónada no se conoce en la historia de la filosofía por lady conway, sino por G. W. Leibniz, el cual se hizo famoso por su monadología. fue van Helmont, amigo común, quien le habló de la idea de mónada de lady Conway y de hecho Leibniz señala en diversos lugares que lady Conway le había influido.
Su obra: Principios de la más antigua y más moderna filosofía
Celia Amorós se preguntaba, ¿en qué coinciden Kant y el frutero de la esquina? En su concepción de lo que es una mujer y para qué sirve, se respondía a sí misma la famosa filosofa. "Kant es patriarcal porque legitima la subordinación de la mujer al hombre en el matrimonio al considerarlas inferiores y también es androcéntrico puesto que identifica al ser humano con el varón". En cambio, el autor de la Crítica de la razón pura no fue tan misógino como su compatriota Schopenhauer.
Kant se limitaba a señalar que las mujeres carecían de la racionalidad necesaria para el deber moral: "La virtud de las mujeres es ser bella; la de los hombres, ser noble. Las mujeres evitan el mal, no porque es injusto, sino porque es fastidioso, y las acciones virtuosas son para ellas acciones moralmente bellas. No les hablemos de necesidad, de deber, de obligación... Yo casi no creo que el bello sexo se conduzca por principios", dejó escrito Kant en Observaciones sobre el sentimiento de lo bello y lo sublime en 1764.
OLYMPE DE GOUGES
En muchos libros de historia se "olvidaron" de contar que la Declaración de los Derechos del Hombre y el Ciudadano cocinada al calor de la Francia revolucionaria en 1789 solo hablaba justamente de eso, del hombre y del ciudadano.A ninguno se le ocurrió pensar que las mujeres eran dignas de ser reconocidas con ese elevado estatus, cuando su papel era la subordinación. Al padre, al marido, al hombre que más cerca tuvieran. Pero que no aparezca en la historia que nos contaron no quiere decir que no haya pasado. Y sí, menos mal que llegóOlympe de Gougesdos años más tarde a incluir a la mitad olvidada de la población en la Declaración de los derechos de la Mujer y la Ciudadana.
"Hombre, ¿eres capaz de ser justo? Una mujer te hace esta pregunta". Así empezaba este documento fundamental de la Revolución Francesa que redactó De Gouges. Un texto que, unido a su simpatía por los Girondinos, la auparía sin remedio a la guillotina.(...)
Mary Wollstonecraft
Mary Wollstonecraft merece especial atención ya que en su libro Vindicación de los Derechos de la Mujer (1792), la filósofa, escritora y 'abuela' de Frankenstein, critica frontalmente el Emilio de Rousseau, sobre todo por esa naturalización que hacía de la subordinación femenina. Wollstonecraft culpaba precisamente a la educación que Rousseau defendía como la principal responsable de ahondar en esta desigualdad. Ella siempre apostó por que las mujeres adquirieran las "virtudes humanas por los mismos medios que los hombres, en lugar de ser educadas como seres a medias". Fue sin dudauna adelantada a su época al dar una definición del feminismo que nos valdría también para la nuestra, ya que puntualizó que "las mujeres no quieren poder sobre los hombres sino sobre ellas mismas".
Aquí tenéis los apuntes y otros recursos sobre Ortega y Gasset, el último filósofo del temario (y de regalo una mención a María Zambrano, su más ilustre discípula y una de las filósofas españolas más destacada).
APUNTES CURSO 2020/2021(incluyen contexto y vida):
Aquí tenéis un fragmento de la película de Alfred Hitchcock La ventana indiscreta, que puede hacernos reflexionar sobre el concepto de perspectivismo de Ortega. Os invito a verla completa, es una obra maestra y, además, muy entretenida.
Este es un fragmento de la canción Suave de Aute (sobre un poema de Fernando Pessoa), del disco doble Aire/Invisible. ¿Qué quiere decir la canción? ¿Crees que tiene algo que ver con el pensamiento de Ortega o de algún otro filósofo que conozcas?
"Ah, el mundo es lo que a él traemos,
todo existió porque existí,
hay porque vemos.
¡Y hay mundo porque yo lo vi!"
"Y lo que tú no sabes, ni sabrás, eso es lo que es más real y más profundo. Existe todo porque existo." Fernando Pessoa
Sobre Zambrano os recomiendo un vídeo sobre la relación de la poesía con la filosofía, pues es uno de los temas sobre los que escribió, de hecho acuño el término "razón poética". Y otro sobre su vida en general en el que ella misma participa.
Fragmento de "El día que Nietzsche lloró", ya no está completa en Youtube:
Atrapado en el tiempo (Groundhog Day, 1993. Harold Ramis)
El mito del Eterno Retorno no era una novedad en la cultura, ya los griegos hablaban de una continua vuelta a vivir, para la eternidad, lo vivido anteriormente. El mundo aparecía, se desarrollaba y desaparecía para volver, otra vez, a lo mismo. Era un cambio necesario para no cambiar nada. En la historia de la filosofía actual Nietzsche también hablaba de la continua repetición, y parece ser que fue precisamente del filósofo alemán, y de la lectura de La gaya ciencia (1882) de la obra de la que Ramis sacó la idea del film. ¿Qué sucedería si una persona se viese obligada a vivir una y otra vez el mismo día, sin posibilidad de escapar de ese bucle temporal que amenaza con el infinito?
New!!! Ejemplo comentario de Marx:
Son 3 fotos de un solo comentario ya hecho. Es solo un ejemplo para que os inspiréis, vuestros comentarios deben ser más personales.
(Lo siento, los medios que tengo son limitados, intentaré averiguar formas mejores de compartir con vosotros recursos que no están online.)
Un vídeo dun profe de filosofía galego comparando o concepto de alienación en Marx coa serie Breaking Bad.
AQUÍ MARX:
Karl Heinrich Marx nació el 5 de mayo de 1818 en Tréveris, ciudad de la Prusia renana (a la que también pertenecían Bonn y Colonia). Aunque su familia era de origen judío se habían convertido al protestantismo en 1824. Su padre, Heinrich Marx, era abogado en Tréveris. En dicha ciudad cursó sus estudios de Bachillerato, iniciando luego sus estudios universitarios en Bonn, que proseguiría en Berlín, donde se dedicó al estudio de la historia y la filosofía, en una época en la que la influencia del pensamiento hegeliano era predominante. Marx terminaría sus estudios en 1841, con una tesis doctoral sobre la filosofía de Epicuro. En Berlín entró en contacto con los llamados "Jóvenes hegelianos", haciéndose socio del Club de Doctores (Doktorklub). Aquí co seu amigo Engels, con quen escribiu o Manifesto comunista, entre outros.
Este solo es el trailer pero está la película completa también en youtube.
Preguntas:
¿Qué te pareció la película? Cómo obra en sí y lo que se cuenta en ella.
¿Qué libros de Marx y Engels se mencionan y se ven en la película?
¿Qué personajes históricos aparecen además de Marx y Engels y qué ideología tienen? ¿qué economistas que influyeron en la obra de Marx son mencionados y por quien?
¿Qué canción suena al final de la película? ¿Qué relación crees que puede tener con la historia que se cuenta en la peli?
¿En qué asunto se enfrentan las dos facciones de la Liga de los justos? ¿Cómo pasa a llamarse esta después?
¿Qué te parece el papel de las mujeres de la película?
Este curso non entran no curriculo pero xa sabedes que hai mulleres pensadoras en prácticamente todas as épocas da historia, e na etapa contemporánea máis. Aquí as máis destacadas do marxismo:
Aleksándra "Shura" Mijáilovna Kolontái (San Petersburgo, 19 de marzojul./ 31 de marzo de 1872greg.-Moscú, 9 de marzo de 1952) fue una destacada política y marxista rusa. Comunista y revolucionaria, fue la primera mujer de la historia en ocupar un puesto en el gobierno de una nación. Kolontái trató el tema de la liberación sexual femenina en dos de sus obras: La Nueva Mujer y El Amor en la Sociedad Comunista. Para ella la "mujer nueva" se caracterizaría por exigencias propias, afirmando su personalidad, protestando por la servidumbre de la mujer dentro del Estado y de la familia y luchando por sus derechos dejando de ser el complemento del esposo.3
Clara Zetkin, de soltera Clara Eißner (5 de julio de 1857 - 20 de junio de 1933), era una política alemana, de ideología comunista, muy influyente, así como una luchadora por los derechos de la mujer. Clara Zetkin se interesó mucho en la política sobre la mujer, la lucha por la igualdad de derechos y el derecho al voto, impulsando el movimiento femenino en la socialdemocracia alemana. Desde su vuelta a Alemania en 1891 y hasta 1917 editó el periódico Die Gleichheit (La Igualdad) que aumentó su tirada de 4 000 a 100 000 ejemplares en los primeros diez años. En 1907 se convirtió en líder de la nueva Oficina de la Mujer del SPD.
Flora Tristán nació en 1803. Hija ilegítima de un coronel peruano y una francesa, creció entre leyes napoleónicas que no la reconocían como heredera material de su padre. Las mismas leyes napoleónicas contra las que más adelante luchó para divorciarse de su violento esposo, André Chazal. De la necesidad de dar buena acogida a las mujeres extranjeras (1835), Petición para el restablecimiento del divorcio (1837), expresan esa lucha incansable contra las leyes que dejaban totalmente desprotegidas a las mujeres, en un mundo donde no tenían derecho a separarse excepto que el varón tuviera relaciones con otra mujer y la introdujera de forma permanente en la casa familiar. En estos folletos, Flora abogaba por reformar las leyes vigentes, que mantenían a las mujeres atadas al matrimonio sin la libertad de separarse, como así también las leyes que discriminaban a las mujeres extranjeras tratándolas como “parias”. http://www.izquierdadiario.es/Flora-Tristan-la-primera-en-hablar-de-mujeres-y-clase-obrera-125610 Flora Tristán, icono del feminismo y representante del primer socialismo, es todavía una gran desconocida en España. Su novelesca biografía transcurre durante la primera mitad del siglo XIX, un tiempo de esperanza e indignación por las consecuencias de la Revolución Industrial, de conspiraciones y revueltas, pero también de experimentos comunitarios e imaginación teórica. Su obra Paseos por Londres, escrita en 1840, la convierte en precursora de La situación de la clase obrera en Inglaterra (1845), de Friedrich Engels. Igualmente, Unión obrera (1844) es un claro precedente de la Primera Internacional y de la famosa divisa «¡Proletarios del mundo, uníos!».
Federici busca desvelar la historia no escrita de las mujeres y de cómo se las marginó en el relato universal. En concreto, centra su relectura en el paso del feudalismo al capitalismo. La razón para elegir ese momento de la historia se encuentra en el concepto de «acumulación primitiva» que Marx presenta en El capitaly contra el cual ella escribe y debate. En Marx, la acumulación originaria o primitiva hace referencia al proceso histórico en el que se produjeron los cambios en las estructuras económicas que permitieron el desarrollo de las relaciones de producción capitalistas que hoy conocemos. Es decir, fue el primer divorcio entre los productores y los medios de producción que emplean. Si no hubiera existido la acumulación originaria, no habría capitalismo hoy.
En este caso, se trata de los cercamientos de las tierras comunales de las que se sirvieron los campesinos europeos hasta el siglo XV, cuando los lores y los campesinos ricos comenzaron a, literalmente, cercar aquellos campos abiertos que permitían sobrevivir a los miembros más empobrecidos de las comunidades rurales. Aunque este proceso como tal se extendió hasta el siglo XVIII, Federici explica que estas expropiaciones se siguen produciendo en el mundo actual debido a las relaciones —a veces sutiles— coloniales entre países. Ella lo vive especialmente de cerca durante su estancia en Nigeria durante los años 80.(...)
Como fenómeno simultáneo a la acumulación originaria, el trabajo comenzó a dividirse por géneros, lo cual dejaba a las mujeres en la peor posición posible. El sometimiento del trabajo femenino las relegó a la función reproductiva de nueva fuerza de trabajo. O, dicho de otra forma, empezaron a ser vistas solo como criadoras de futuros trabajadores. El problema de esto se encuentra no solo en reducir a la mujer a un cuerpo, sino en que este trabajo es invisible: ni se aprecia ni se retribuye económicamente.
Esta división que excluía a las mujeres de los trabajos asalariados reforzó la construcción de un nuevo orden patriarcal. Sin acceso a un sueldo, dependían completamente de sus padres y de sus maridos. Esto abría otro nuevo nivel de dominación: igual que el dueño de los medios de producción subordinaba al trabajador, este a su vez hacía lo mismo con su esposa.
“Ahora uno se explota a sí mismo y cree que está realizándose”
El filósofo surcoreano Byung-Chul Han, un destacado diseccionador de la sociedad del hiperconsumismo, explica en Barcelona sus críticas al “infierno de lo igual”
Autoexplotación. Se ha pasado, en opinión del filósofo, “del deber de hacer” una cosa al “poder hacerla”. “Se vive con la angustia de no hacer siempre todo lo que se puede”, y si no se triunfa, es culpa suya. “Ahora uno se explota a sí mismo figurándose que se está realizando; es la pérfida lógica del neoliberalismo que culmina en el síndrome del trabajador quemado”. Y la consecuencia, peor: “Ya no hay contra quien dirigir la revolución, no hay otros de donde provenga la represión”. Es “la alienación de uno mismo”, que en lo físico se traduce en anorexias o en sobreingestas de comida o de productos de consumo u ocio.
Habla de cómo una vocación y un entusiasmo originales, especialmente en las profesiones que tienen que ver con la creación y la industria cultural, pasados por el filtro de la precariedad, acaban siendo instrumentalizados en beneficio de un sistema que favorece todo tipo de inestabilidades, incertidumbres y cansancio cuando no hartazgo y desidia: un medio perfecto de pervivencia y estímulo de las desigualdades y de la desarticulación de toda contestación.
La tradición marxista asume, desde sus orígenes, con los escritos de Karl Marx y Friedrich Engels, la lucha por la liberación de la mujer. Ya desde el Manifiesto Comunista, Marx y Engels argumentaron como la clase dominante oprime a las mujeres, relegándolas a ciudadanas de segunda clase en la sociedad y dentro de la familia: el burgués ve en su mujer un mero instrumento de producción , no sospecha siquiera que el verdadero objetivo que perseguimos [los comunistas] es el de acabar con esa situación de las mujeres como mero instrumento de producción.(...)
La esclavitud doméstica, a la que Lenin hace referencia, es un elemento central en la teoría marxista sobre la opresión de las mujeres: la fuente de la opresión de las mujeres radica en el papel de la familia como reproductora de la fuerza de trabajo para el capitalismo, y en el papel desigual de la mujer en su seno. Mientras que la familia de las clases dominantes ha funcionado históricamente como una institución a través de la que transmitir la herencia entre generaciones, con el surgimiento del capitalismo, la familia de la clase obrera asumió la función de proporcionar al sistema una oferta abundante de mano de obra.
Es una forma muy barata para los capitalistas, pero no para los trabajadores, de reproducir la fuerza de trabajo, tanto en términos de reposición diaria de la fuerza de trabajo actual, como para su incremento numérico con generaciones futuras de trabajadores. Esta configuración sitúa casi toda la carga financiera para la crianza de los hijos y el mantenimiento del hogar sobre los hombros de las unidades familiares obreras, dependiendo básicamente de los salarios de uno o de los dos padres para la supervivencia, en lugar del gasto social del gobierno o de la clase capitalista.